Los baños termales deben ser moderados y graduales, teniendo en cuenta comenzar desde las piscinas más templadas hacia las calientes y no al revés. Una vez en la piscina, permanecer de 10 a 15 minutos, salir y descansar de 15 a 20 minutos antes de retornar a la piscina. Esto es recomendable no por un factor puntual de perjuicio a la salud, sino porque el organismo absorbe durante los primeros quince minutos de inmersión, luego se satura.
Es decir que si no se respeta el tiempo de descanso, el organismo no recupera su capacidad de absorción de los beneficios termales. Conjuntamente con el agua termal, se libera gas. En el caso de Federación se trata de Radón 222, lo que vuelve a las aguas de carácter radónico. Este gas se mezcla con el aire creando un microclima de ambiente sano a causa de su ionización negativa, además de poseer propiedades anti inflamatorias y sedantes. Así, en modo simultáneo a la balneoterapia, uno está aspirando el aire enriquecido, sobre todo en las piscinas cubiertas.